top of page

CICLISTA

A esta hora salen todos los idiotas, no puede ser que nadie sepa manejar en esta ciudad. No respetan nuestro espacio de ciclistas. Sólo me falta este paquete y ya me puedo ir a descansar, 10 horas pedaleando es mucho, no puedo más, ya no siento las piernas, debo seguir rodando, porque si paro se me relajaran los músculos y ya no podré andar.

¡No puede ser!, sólo a mi me pasa que se accidente el tren en el medio de las vías. Seguramente es un atropellado, cómo suele suceder. Encima no puedo dar la vuelta, porque me desviaria demasiado de mi ruta. Tendré que esperar a ver si el tren retoma su curso, podrían ser 2 minutos, o podrían ser 20. Justo en este momento, justo ahora en mi última entrega.

Ya van 3 minutos y nada que se mueve, los bocinazos tampoco ayudan, por lo menos me mantienen despierto.

Que curiosa niña que se asoma por la ventana del auto, con sus orejas de conejito se parece a mi hija, cómo quisiera ver a mi niña, ya hace 6 meses que no la veo. A esta hora siempre se estaba lavando los dientes para ir a la cama. Que raro que la niña del auto esté tan tarde en la calle, debería estar durmiendo, mañana hay colegio.

¿Le deben dar miedo los bocinazos?. Para su suerte su auto va en sentido contrario a las vías del tren, ya no habrá más ruido.

Que linda jugando con su osito. ¡No puede ser, se le cayó! El auto va en movimiento, debo apurarme si quiero alcanzarlo. Uy no, el tren comenzó a andar, ya habrán quitado al muerto. Hago el último paquete y ya me voy a mi casa, a descansar. Si dejo aquí al osito, seguro vuelven por él. Lo dejaré aquí y me voy a hacer la entrega. Tal vez la niña no lo extrañe tanto. Se lo podría llevar, pero estoy muy cansado, estoy muy agotado. Necesito ir a dormir. Recuerdo que Julia tenía un osito parecido, uno del que no se despegaba, ni siquiera para dormir. ¿Qué tanto me podré tardar?

Que rápido que va este auto, nadie pensaría que tiene niños dentro. A lo mejor no me vio, a lo mejor no vio las señas que le estoy haciendo para que se detenga. Tú puedes, pedalea, pedalea fuerte porque todavía te falta una entrega más, bueno dos entregas si contamos este osito. Esta zona no la conozco, es distinta, más deshabitada, más tranquila. Pedalea, tú puedes. Nadie se tiene que dormir sin su osito. Pedalea que el auto se está alejando. Es increíble cómo la energía recorre todo mi cuerpo, sé que mis piernas no pueden más, pero mis piernas no lo saben, siento que la rapidez me hace flotar. Pedalea, pedalea más.

¿Qué lugar es este? ¿En dónde me he metido? He repartido paquetes durante 2 años y nunca había estado en este lado de la ciudad. Pedalea, pedalea tan rápido cómo lo vienes haciendo, ya casi alcanzas el auto. Esta parte se me hace conocida, como si la hubiese visto en algún sueño. ¡Vamos! ¡Pedalea! Ya casi la alcanzas. ¡A la derecha, a la izquierda! Ahí, por fin se detuvo, ya las piernas no me dan más, todo el cuerpo en realidad no me da más. De golpe todas las partes de mi cuerpo me duelen, ya se me debe haber acabado la adrenalina. Mejor le entregó el osito a la niña.

De la ventana se asoman unas orejitas de conejo, y una mano sale para alcanzar al osito. Es Julia, es mi niña, que toma mi mano, y toma su osito. De repente ya nada me duele.


 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
CASA DEL FUTURO

Ya separe lo que es para tirar, de lo que le voy a enviar. Nunca pensé que el segundo lote sería más grande que el primero. Me dijo que...

 
 
 
TERESA Y EL BUS

Viajar no es lo que más le gusta, y mucho menos un viaje en micro de largas distancias. Pero cuando el deber llama, hay que cumplir....

 
 
 
Querida Ingrid

Mi adorada y preciosa Ingrid, escribo estas palabras porque quería agradecerte todo el apoyo que me has prestado los últimos dos meses. ...

 
 
 

Commentaires


©2020 por Ana Ilustrada. Creada con Wix.com

bottom of page